Crónica de la ESA CUP 2018

En esta octava edición han participado siete escuelas de 7 países, en las categorías sub-21 y absoluta.

Aquí contamos cómo ha sido la experiencia de participar en la Copa de Academias Europeas de Navegación, celebrada en Marseillan (sur de Francia) en la base de la escuela Les Glénans. Dicha competición se fundó por iniciativa de la academia alemana DHH en el año 2011, y reúne a escuelas de vela europeas que tengan en común la característica de ser asociativas sin ánimo de lucro, con la intención de generar oportunidades de cooperación, encuentros internacionales e iniciativas conjuntas. En esta octava edición han participado siete escuelas de 7 países, en las categorías sub-21 y absoluta. Además, las escuelas DHH (Alemania), CVC (Italia), KNS (Noruega) y la base de Concarneau de la escuela francesa anfitriona (Glénans) han enviado delegaciones compuestas por directivos de sus respectivas organizaciones. Esto nos da una idea de la importancia que le dan a esta iniciativa.

A nuestra llegada en el tren, una voluntaria nos recogió para llevarnos a la base. Al llegar, ya de noche, nos quedamos alucinados: está situada en la desembocadura del canal du Midi, patrimonio de la UNESCO, que viene a morir en un mar menor, el Etang de Thau, que a su vez forma parte de la red Natura 2000 de espacios naturales. Además, los glénans han situado su base en un antiguo edificio que en su momento fue la última posada que empleaban los barqueros para descansar con los animales que tiraban de las barcazas cruzando Francia desde esta orilla mediterránea hasta Burdeos, en la costa atlántica francesa. Al llegar a la orilla del canal, ya de noche, nos recibieron cantándonos “que viva España” mientras otro voluntario se acercaba en una barca para llevarnos cruzando el canal hasta la base. Por cierto, estas barcas no tienen motor, solamente un remo en la popa con el que van cinglando, que consiste en mover el remo más o menos haciendo “ochos” haciendo avanzar la barca.

Una vez en la base nos enseñaron nuestro cuarto y bajamos a cenar de un estupendo buffet que incluía un montón de quesos maravillosos. Justo antes de cenar hubo una breve charla introductoria. Nuestra skipper tuvo que cenar más tarde, tocaba reunión de patrones. Al día siguiente a nuestra tripulación le tocaba descanso, así que fuimos pasajeros en dos veleros que acompañaban a la regata: un Pogo moderno y regatero y un Queche de madera muy auténtico. Ya por la tarde por fin navegamos. En esta ESA CUP dispusimos de dos tipos de barcos: unos Archambault Surprise para el formato match (que enfrenta a dos tripulaciones en un campo definido por varias boyas) y 6 veleros de crucero Dufour 325 para la regata costera, en la que toda la flota al mismo tiempo hace un recorrido largo de ida y vuelta a lo largo del etang. Empezamos con un match contra el equipo noruego, que no se nos dio muy bien pero fue muy divertido. Nos dejó muy impresionados el cumplimiento de los horarios de la regata, ¡no es lo habitual!

En los match del viernes ganamos al equipo francés (ganadores de las dos ediciones anteriores, una muy buena tripulación y además elegantes y deportivos) y al alemán. Por la tarde hicimos una regata costera en los Dufour. Según las normas de esta ESA Cup, sólo puntúas si cruzas la meta menos de 5 minutos después del primero. ¡Entramos a los 4:55!

La flota era impresionante: 6 barcos de cada tipo perfectamente cuidados. Por la noche, unas cervezas para comentar las jugadas y talleres de yoga y estiramientos para relajarnos.

El sábado, tras una regata costera y más match por la tarde, hubo un acto de cierre de la competición. Además de un mago y unos “cantaores flamencos franceses”. Durante la cena se hizo la entrega de premios, en la que hubo varios discursos por parte de los directivos de la escuela anfitriona y de los fundadores de la competición: la DHH alemana. En todas sus intervenciones hicieron alusión a la importancia de unirnos, y cómo estrechar lazos entre nuestras escuelas es una parte muy importante de sus perspectivas de futuro. El director de la DHH fue especialmente conmovedor cuando se refirió a los tiempos difíciles que estamos viviendo en Europa.

La ESA Cup 2018 ha sido para toda la tripulación una experiencia increíble. El espíritu de hermanamiento y la deportividad de todos los participantes fueron ejemplares. Hemos conocido mejor a nuestros hermanos mayores, las escuelas más antiguas, con muchos más alumnos y medios, que han compartido con nosotros las iniciativas que llevan a cabo y su forma de organizarse. Además, nos hicieron varias propuestas concretas de colaboración entre el CINA, Glenans y el Centro Velico Caprera muy prometedoras.

En conclusión: cuando se anuncie la regata clasificatoria para la ESA Cup 2019, que se celebrará en Caprera (Cerdeña), recordad: es una experiencia que no vale la pena, es mejor que no os apuntéis;-)