De estreno y con ganas de aprender, así fue el primer curso de regatas en el Atazar

Informa: Eduardo Bellosillo

Curso de regatas

Empezamos la temporada 2021 con fuerza y muchas ganas, estrenando la nueva base del Atazar, con un curso de regatas diferente a los hechos anteriormente. Diferente en dos aspectos: por ser más largo (4 dias) y más básico que los que habíamos hecho en el pasado.

La afluencia de alumnos superó las expectativas mas optimistas, seguramente por las ganas que teníamos todos de salir de casa tras los confinamientos. Se cerró en el aforo máximo de 10 personas unas semanas antes de empezar, dejando a algunos interesados en la lista de espera. ¡Buenas perspectivas para las siguientes ediciones que hagamos este año!

Con ganas de mojar los chalecos, y la curiosidad de ver la nueva base, nos juntamos el sábado 13 (buen día para embarcarse, y casarse) una tropa de alumnos y monitores en el galpón central del área náutica de Cervera de Buitrago. Tras hacer un breve recorrido por las instalaciones, repasando el material y saludando a los numerosos navegantes asistentes, empezamos el curso con la charla introductoria. Esta primera topó se dio en el lujoso aula que tiene la base, con vistas espectaculares al pantano.

Alumnos y monitores del curso de regatas

Tras el cambio a “neopreno-mode”, con gorros y escarpines de invierno, y los barcos aparejados, nos dirigimos a la rampa a hacer la primera salida al agua de la temporada.

Día fresco y soleado, con vientos suaves, ideales para empezar a quitarnos las telarañas.

Intentamos poner un mini campo de regatas para el curso, y al final conseguimos ponernos en un lugar al norte del pantano, que cumplía todos los requerimientos: viento suave, que no entorpeciera la regata de cruceros que había y cerca de la playa para parar a comer.

Los alumnos empezaron con sus primeros compases para navegar juntos y dentro del área de boyas, con diferentes estilos: tanto el explorador de playas, como el killer de boyas dieron rienda suelta a sus instintos, que tuvimos que ir moderando a lo largo del curso.

En el campo de regatas, los alumnos pusieron en práctica el aprendizaje

Tras la parada para comer, vimos que el viento empezaba a subir de intensidad y ponía las cosas interesantes. Centramos las boyas de barlo y sota, y continuamos con las prácticas del día: controlar la velocidad en la presalida y hacer un recorrido a 2 vueltas. Tras varias interpretaciones libres de por donde pasa la línea de salida, lo que es pasar la boya por babor, y la entrada en meta; conseguimos empezar a controlar el ejercicio, no sin antes algún “susto” en alguna preferencia por estribor.

Acabamos el día con buen sabor de boca, y viendo que los conceptos básicos de las regatas, empezaban a asentarse.

Al día siguiente, domingo, amaneció con viento fuerte y encajonado noroeste, lo que hizo que aumentara en potencia y en virulencia de las rachas.

Con buen criterio, el comité organizador decidió hacer las prácticas en seco y dejar la flota de vaurien amarrada. Trabajamos temas a recordar sobre la práctica de ayer y avanzar en el temario del día: manejo del dichoso cañín y movimiento básico de spinnaker: izado, arriado y trasluchada. Los aspectos mas técnicos de volarlo y llevarlo fino no son tema de este curso y se verá en el especifico de spi, que saldrá mas adelante.

Después de comer, trasladamos la clase al balcón del aula para ver la regata abierta de 470 y explicar otros dos temas importantes en las regatas: el procedimiento de salida, así como la estrategia de regata. Aunque echamos de menos unos prismáticos, pudimos seguir (y criticar positivamente, jejejejeje) la regata, disfrutando de una estupenda tarde de sol y viento.

Vistas desde el balcón del aula del Atazar

El finde siguiente, 20 y 21, amenazaba con viento extremadamente duro y tiempo frio. Aun así, la aguerrida tropa de regatistas potenciales se presentó puntual a las 10.30 en el galpón central con ganas de seguir aprendiendo y navegando. Por fortuna, el viento no fue tan fuerte como lo esperado, y el sol hizo que estuviéramos relativamente confortables en los barcos.

Salimos al agua tras una breve topó en la que se explico el ejercicio (ya empezábamos con las presalidas, y la estrategia del último minuto). El campo de entrenamiento de regatas quedó montado por el gran Roberto Benito con ayuda de Luis Martínez cuando los vaurien remontaron barlovento. Ubicamos la zona de navegación en el norte del pantano y pudimos aprovechar para hacer pruebas nada más llegar.

Breve topó, antes de salir al agua

Empezamos a hacer numerosas salidas, controlando la velocidad del barco y apurando la salida al último segundo (entiéndase, más menos 10 segundos), para remontar las boyas lo más eficientemente posible. La suerte, como en los toros, fue desigual para los participantes. Destacaron las tripulaciones de los vaurien 11 y 12, siendo David con Flor y Luis con Marisol los que llegaban muy apretados a las boyas. Tuvimos lances muy interesantes, teniendo que manejar las preferencias de paso, boyas y alcances, pudiendo ver gráficamente lo que teóricamente ya conocíamos.

El viento se fue racheando, y nos jugó alguna mala pasada como hacernos la boya de barlo sospechosamente lejana a cada virada, y algún remojón para los barcos de Jesús y Tomás así como el de David y Flor. Para descarga de las tripulaciones, hemos de decir que se debió a un remolino, muy difícil de controlar. No obstante, los que se pegaron el baño no dieron muestra alguna de debilidad, antes al contrario, pedían navegar más y más.

Ya con los conceptos más claros, paramos a comer y a repasar lo que habíamos hecho en el agua, para darle un último empujón por la tarde.

Con la lección aprendida, la tarde transcurrió placenteramente entre voces de “estriboooooor!!!!!”, y “¡penalízate que has tocado boya!” seguido de algún “¡macarraaaaaa!” Y “¡me debes una cerveza!”.

Con viento fuerte, acabamos la navegación bajando las mayores y entrando a puerto con el foque y sin incidencias.

Los alumnos gritaron las preferencias: «sotavento», «estribor»…

Al día, siguiente, último día del curso, nos apuramos para cambiarnos rápido y llegar con los barcos al campo, antes de que llegara el temido subidón de viento anunciado. Pero este llegó cuando estábamos ya en la rampa con los barcos preparados para salir. Tras varias mediciones de la zodiac en mitad del pantano, y registrando rachas de hasta 25 nudos, decidimos esperar en tierra a que pasara. Aprovechamos para hacer la topó de reglamento, con las nuevas normas 2021-2024 y aclarar dudas.

Al final, el viento se mantuvo muy fuerte hasta prácticamente las 4 de la tarde, por lo que tuvimos que despedir el curso sin navegar ese día, pero dando un repaso fuerte a la reglas.

Con ganas de seguir navegando y practicando, nos despedimos con una (o dos) cervezas en el bar social del pueblo, disfrutando de la puesta de sol sobre el agua y haciendo planes para el siguiente curso, y la próxima regata.

Al finalizar el curso, los alumnos Estíbaliz y David, cumpliendo el nivel para hacerlo, se postularon como candidatos a participar en la Copa de España de Varien que se celebró del 2 al 4 de abril en As Pontes (Coruña). ¡Esperamos contaros su experiencia en próximas crónicas náuticas!

Buenos vientos y ¡hasta la próxima!