Motores Marinos. Apuntes y protocolos básicos para su uso y mantenimiento por Alfredo Platas

1.- Manejando un fueraborda

Para salir:

Lo primero es meter la cola del motor en el agua, ya que, bien por la dificultad de arrancar el motor cuando está en posición baja, o bien por el peso en proa de la propia tripulación, a menudo se arranca el motor con la cola fuera del agua y luego se baja, y aunque parezca increíble, permanece a veces un cierto tiempo arrancado y funcionando fuera del agua. Esto acaba gripando un motor en muy poco tiempo, en menos de un minuto.

Cuando vayamos a salir ponemos el hombre al agua, luego abrimos, si existe, la llave de paso de la gasolina que hay detrás (hacia un lateral), si está levantado, metemos el motor en el agua (patilla lateral), comprobamos el nivel de combustible (cuidado con perder el tapón superior), abrimos la palomilla del aire del depósito y tiramos del starter con suavidad.

No tirar del cabo sin antes cobrar cabo hasta que el volante presente resistencia. Debe arrancar al primer tirón o segundo, entonces cerramos el starter, aceleramos un poco y lo dejamos calentar un par de minutos antes de salir. Debemos comprobar siempre que refrigera correctamente, lo que se ve en que el agua sale por detrás en un chorro lateral potente. Si metemos el dedo en esa agua de refrigerar, con cuidado, el agua debe estar fría o templada siempre, si quema es que no está refrigerando correctamente, y además en ese caso el chorro será débil o discontinuo.

Navegando:

Navegando hay que llevar el motor al mínimo régimen al que el barco maniobre, eso a veces es despacio y a veces es más deprisa si tenemos que contrarrestar viento y ola. Atracando pasa lo mismo, despacio, si el viento no nos obliga a hacerlo con brío. Cuidado con los acelerones que solo pueden conducir a grandes golpes atracando y por supuesto, dejar bajar de vueltas un par de segundos siempre antes de cambiar de marcha adelante a marcha atrás, pues aquí no hay embrague…

En cuanto a la estiba del motor navegando a vela, muchas veces, en los cruceros con bancada fija, vamos a navegar con el motor inclinado sobre su base, en ese caso tenemos que tener cuidado de dejar la palomilla del aire cerrada o perderemos el combustible por ella. Además es indispensable que mantengamos el motor bien derecho sobre su eje o tumbado sobre el lado del acelerador, es decir, con el puño debajo, y no al contrario. Si se sostiene inclinado y derecho sobre su eje, bien, sino es mejor dejarlo casi vertical, pero que nunca quede tumbado sobre el lado contrario al puño. Si el motor se puede elevar vertical por tener un soporte con muelles, mejor, pero cuidado con las escoradas, a veces será necesario amarrarlo con un cabo sólido al balcón por ejemplo, si vamos hacer unas millas a vela y hace viento y ola.

Al recoger:

Los motores con bancada fija y popa abierta se deberían dejar tumbados, pero no levantados a tope, que no queden horizontales, sino con una cierta inclinación y siempre derechos sobre su eje o apoyados sobre el lado del puño acelerador (o sea, con el puño debajo). En caso contrario entra aceite en el carburador y se salen de punto. Importante! Esto es para los motores de cuatro tiempos, en los motores de dos tiempos se deben dejar al revés, con el puño del acelerador arriba. No obstante, conviene confirmarlo en el manual de cada motor. Como a menudo esto se hace mal y también para evitar golpes de otros barcos al maniobrar por nuestra popa, lo mejor es dejarlo de pie, aunque la cola quede dentro del agua, y se acabó. En caso de disponer de un soporte con muelle se puede dejar vertical fuera del agua y bien amarrado, lo que es ideal.

También hay que acordarse de llevarnos el hombre al agua y dejar cerrada la palomilla de entrada de aire, porque o bien se evapora la gasolina o directamente se sale al inclinar el motor para estibarlo.

Y en todo caso hay que recordar que detrás suele haber una llave de cierre del paso de la gasolina para el transporte. Lo ideal es cerrarla todos los días al irse y abrirla al llegar, pero si no se hace y el motor no se mueve, no pasa nada. Si se va a transportar el motor, siempre con la llave de transporte cerrada y la cabeza por encima de la cola y tumbándolo sobre el lado del puño y por supuesto con la palomilla de la entrada de aire cerrada, o mejor, vacío.

Advertencia de seguridad: cuidado al subir y bajar el motor con el soporte de muelles, si el motor pesa mucho y como estamos en mala posición para hacer fuerza, se deja caer de golpe, con peligro para la estructura del soporte y para la integridad de manos y dedos que queden por medio. Si es necesario, otro tripulante nos ayudará filando un cabo pasado por el balcón de popa.

Hay que comprobar el perfecto funcionamiento del mecanismo de elevar el motor en sus dos posiciones: elevación total, horizontal,  y posición para aguas someras, menos horizontal y que mantiene la hélice dentro  del agua, casi en superficie.

Hay que comprobar el perfecto funcionamiento del mecanismo de elevar el motor en sus dos posiciones: elevación total, horizontal, y posición para aguas someras, menos horizontal y que mantiene la hélice dentro del agua, casi en superficie.

2.- Normas de uso

Al arrancar:

Los motores suelen estar convenientemente revisados, si no arrancan o se paran continuamente es porque algo estáis haciendo mal, lo primero es comprobar si la llave de paso trasera y la palomilla del aire están abiertas y si la pera de combustible está convenientemente cebada. Hacer 100 intentos de arrancar no es la solución, solo produce sudor y ampollas, y si se hace con el starter abierto, estáis además ahogando el motor.

Motor ahogado:

En ese caso, cerrad la llave de paso posterior y el starter, tirad del arranque 3 o 4 veces para expulsar el exceso de gasolina, esperad un poco y volviendo a abrir la llave de paso lo intentáis de nuevo (sin starter).

Navegando:

Hay que llevar el motor dando potencia progresivamente después de haber calentado antes de salir, preferentemente sin dar acelerones y a un régimen razonable, más por el consumo de combustible que por peligro para el motor, pues están diseñados para ir a régimen alto durante mucho tiempo (y de hecho, hay que subirlos de vueltas un rato).

El motor fueraborda en un crucero no suele tener potencia para traer el barco a través de largas distancias o contra viento y ola, para eso está la vela. El motor en crucero se utiliza para maniobras en puerto y para desplazarnos en las calmas. Así pues, cuando hay viento, nos situamos a vela a barlovento de la entrada del puerto, o ya dentro del mismo, en un espacio libre, y allí arrancamos el motor y recogemos velas. Luego metemos el barco a motor en su amarre recorriendo doscientos o trescientos metros, no más distancia.

Los motores tampoco deben funcionar con el barco pegando escoradas, ya que se salen del agua y no refrigeran. Si navegas a vela y estás escorando ¿para que llevas el motor encendido?. Igualmente, hay que vigilar que el peso de la tripulación en proa no saque la toma de agua del agua, un motor se gripa enseguida si no recibe refrigeración. Esto es particularmente habitual en los fondeos y amarrando, hay que vigilar que la cola no salga del agua y que solo haya una persona en la proa, eventualmente dos.

Maniobrando y atracando:

En un crucero, lo mejor es dejar el motor fijo y centrado, y el acelerador en una posición fija y maniobrar solo con la caña, de otra forma nos faltarán manos. Otra solución es que alguien ayude con el acelerador mientras el caña maniobra. A veces mover a la vez motor y caña nos ayuda a girar en espacios reducidos, pero hace falta situarse bien y tener cierta práctica en esta maniobra, sino, fijar el motor al centro.