Crónica de Regata abierta, 16 febrero 2020

¿Por qué me meto en los líos de ir a regatas en febrero?…

Amanecía un día frío y con niebla, ¿Por qué me meto en los líos de ir a regatas en febrero? pensaba mientras conducía al pantano de San Juan. Al llegar estaba todo muy tranquilo, al menos ya empieza a subir el nivel, eso son menos metros con el barco en el carro, ¡va mejorando la cosa!

La primera regata del año, los amigos de siempre, pero con dos tripulaciones nuevas estrenando un barco recién comprado, Fredy con Enrico que fueron los más madrugadores ponían a punto su bólido y Paloma con Elena, que dejaron su barco impecable y lo estrenaron el día anterior, para ver si flotaba más que nada. No pudieron asistir Ángel ni Álvaro porqué tenían un gripazo, ¡cosas de la fecha! Si van faltando de dos en dos es menos complicado, rápidamente nos juntamos Helena y yo que al vernos huérfanos de proel dejamos de ser rivales y nos aliamos.

Tras todas las formalidades aparejamos con calma, que según las previsiones el viento entraba sobre las 13:00 h. El día fue abriendo poco a poco y el sol ganó fuerza y venció a la niebla. Una buena brisa comenzó a soplar bastante puntual y salimos al agua. Los barcos empezaron a ajustar y probar las maniobras, mientras Friky, nuestro oficial de regatas balizaba el recorrido.

El viento fue típicamente “Sanjuanero” rolón y nada estable, principalmente del sur. Las dos primeras pruebas tenía unos roles fuertes a la izquierda, para la tercera y cuarta predominaban los derechazos. La quinta y última prueba, como no se decidía, terminó por apagarse y se acortó el recorrido. Tras una angustiosa ¿ceñida?, con muy muy poca presión, Fredy y Enrico cortaron los primeros la línea de llegada, aunque entramos los 5 barcos con una diferencia de escasos segundos, en un apretado pelotón que se movía muy despacio.

Después de todo hizo un día maravilloso, no pasamos frío, que es lo que cambia mucho el balance del día (yo personalmente tenía que mojarme un poco la cabeza de vez en cuando para refrescarme). El viento sopló alegre, y hasta se usaron los trapecios, y como siempre disfrutamos juntos del buen ambiente y de esta pasión que nos une: navegar.

Al final la regata la ganó la tripulación que formaban Juan y Francisco, que demostró desenvolverse perfectamente en el 470, en sustitución de Jimena, la proel oficial. Eso sí, con empate a puntos con Leo y Manu, que están demostrando navegar francamente bien y mejorar a cada regata en la que participan.

¡Ahora solo falta que te apuntes a nuestras regatas!

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¡TE ESPERAMOS!

Ricardo Piqueras