Artículo escrito por Alberto Gómez.
Si has hecho un curso en CINA seguro que has oído hablar de Glénans; es nuestra «escuela madre», aquella que unos españolitos hace muchos años visitaron, probaron y copiaron. Incluso puede que hayas conocido a alguien que haya hecho un curso de crucero en Glénans («un vida a bordo», lo que sería nuestro nivel III o IV…), pero es más difícil encontrar a alguien que haya estado en vela ligera y aún más que haya estado en «Glénans-Glénans», en el archipiélago de les Îles Glénans en la Bretaña Francesa.
Yo estuve el verano del 2016 en Drénec, una de las islas Glénans haciendo un curso de 29er (nivel 4 de vela ligera de allí) y espero que este artículo os anime a muchos a recorrer el mismo camino, verdaderamente vale mucho la pena.
La vida en Drénec
El archipiélago de Glénans está formado por una docena de islas y una treintena de islotes y rocas. Únicamente, l’île Saint-Nicolas está habitada de forma permanente. La escuela de Glénans imparte cursos en tres de esas islas (Île Cigogne, Île de Penfret y Île de Drénec) y por lo tanto estamos hablando de islas deshabitadas donde la vida se rige en muchos aspectos por la inexistencia de agua corriente y tendido eléctrico.
La isla de Penfret es la que se dedica única y exclusivamente a cursos de «adolescentes» (de 16 a 18 años) y la isla de Cigogne está reservada para los cursos de crucero que no son embarcados y para los cursos de monitores (sí… ellos también tienen cursos de monitores… no hemos dicho que somos una copia…); así que si quieres ir a hacer vela ligera a «Glénans-Glénans» y eres mayor de edad, tienes muchas posibilidades de acabar en la isla de Drénec.
Drénec es una isla deshabitada cuando no hay cursos en ella y como hemos dicho antes no tiene agua corriente, ni alcantarillado, ni corriente eléctrica; es decir, un paraíso. El agua de la lluvia se recoge en unos depósitos y se calienta mediante placas solares y gas para las duchas y lavar los platos. El proceso de la ducha es muy divertido pues primero debes llenar un cubo de agua con agua fría y caliente formándote tu propia «mezcla templada» y posteriormente te metes en una ducha individual donde debes bombear con el pie el agua de tu cubo para que ésta salga por la alcachofa. Podríamos decir que es una mezcla de aeróbic y ducha. Las letrinas son otro cantar… es algo que no te planteas cuando te hacen la típica pregunta sobre «¿qué te llevarías a una isla desierta?», pues sino la respuesta sería inmediatamente «un retrete con agua corriente!!!»… sin ahondar mucho en los detalles. Considero que es bueno que sepáis que los «WCs» son unas estructuras individuales con su WC dentro que se sitúan encima de agujeros escavados al borde de la isla; cuando el agujero se llena, se tapa y se escava otro (y ahí lo voy a dejar…); Una cosa bonita de los artilugios es que al estar situados en el borde de al isla se les ha realizado una apertura-ventana a la altura apropiada para tener una bonita imagen mientras realizas las tareas oportunas.
En la isla hay cuatro edificaciones pero ninguna de ellas se dedica para dormir; se duerme en “tiendas de campaña militares» de 7 literas (hay menos probabilidades de ronquidos pero se duerme sobre literas-camillas con una colchoneta de unos 4 cm de espesor y 60 cm de ancho). Las 4 edificaciones están reservadas para la cocina, para el taller (la que está al lado de la rampa) y 2 para disponer de mesas con bancos corridos para comer (también hay mesas fuera para comer si el tiempo lo permite).
Posiblemente, a estas alturas del artículo ya habrás visto que las «condiciones hoteleras» de Glénans son mucho más duras que en el CINA (y eso que no te he contado lo de la bordeé aún…). Pero igual que pasa en Boiro, estas cosas son lo de menos. Conocer gente, compartir la pasión de navegar, disfrutar de un paraje increíble y un largo etc. hacen que «las condiciones hoteleras» te den igual. Glénans tiene otras bases en la «civilización» (yo he estado también en la base de la Marsellain en el Golfo de León y en la base de Bonifacio en Córcega) donde las condiciones son mejores que en nuestra base Boiro. Pero claro, en una isla deshabitada las cosas deben ser distintas y ese es uno de esos encantos que tiene un curso en el archipiélago de Glénans, supongo que parecido a lo que deben pensar los cineros que disfrutaron de la isla de Arousa antes del puente.
Cómo funcionan los cursos
Es cierto que el CINA es una copia de Glénans, y de alguna manera notarás que muchas dinámicas son muy parecidas: el primer día hay una charla del jefe de base, si te toca bordeé te levantas antes para hacer el desayuno, si no hay viento no se navega, la gente ayuda a subir barcos y bajarlos aunque no sea el que vayas a usar tu… Pero me gustaría comentaros aquellas cosas que son algo diferentes y posiblemente te ayude saberlas con antelación.
Más de 100 personas en la isla haciendo 9 tipos de cursos de vela ligera simultáneamente (sólo en esta isla)
Podríamos decir que esta es la «madre» de muchas otras disparidades CINA/Glénans, pues marca una gran diferencia en la logística de cómo se funciona. Cuando yo estaba en la isla había cursos de catamaran, derivador (barco monocasco… lo que tenemos en el CINA) y windsurf; y de cada uno de ellos había 3 niveles (nivel 1-2, nivel 3 y nivel 4); en total 9 cursos. Cada curso tiene sus monitores asignados y no se mezclan, ni entre niveles ni entre tipos. Hay un monitor por cada 5 alumnos (esta regla está estandariza, o por lo menos, simpre coincidía…), así por ejemplo en el nivel 4 de derivador éramos 5 alumnos y un monitor durante todo el curso.
Pero esto es solo una isla, y como hemos dicho hay 3 con cursos. Así que estamos hablando de que hay unas 300 personas haciendo cursos de forma simultánea. Velas y barcos por todos lados, allí el que no navega es el raro.
Los tempos del curso y la pizarra que te guiará
Tienen dos pizarras, una que te dice que día te toca bordeé y otra donde los monitores van escribiendo para cada curso a qué hora, dónde y cómo (con o sin neopreno) se queda para seguir con el curso; es importantísimo ir viendo que se pone en esa pizarra.
Los cursos son de sábado a sábado, es decir, el día que no se navega y que se llega y se sale es el sábado, igual que en toda la oferta turística de apartamentos semanales (así que puedes aprovechar a quedarte una semana antes o despues del curso para visitar la bretaña francesa, realmente es una zona que vale la pena) e igual a las semanas de agosto para esta nueva temporada 2017 en el CINA. Aún así, ese último día no es como en el CINA donde te levantas un poco resacoso, haces la mochila y te vas despidiendo de la gente antes de irte en coche. En Glénans, el último día por la mañana se curra de lo lindo, antes de irte, te dividen en grupos y te mandan hacer diferentes tareas: cavar agujeros para las letrinas (pico y pala), ayudar a cargar maletas a otra isla (100 maletas…), limpiar las duchas… y se vuelve a sacar una pizarra nueva con todas las tareas que hay que hacer y que grupo hace cada una.
También hay una fiesta «fin de curso» pero no se hace el viernes, se hace el jueves; supongo que para que la gente no esté cansada para todo el trabajo del sábado y también para dedicar el viernes tarde-noche a hacer el equipaje pues nuevamente el sábado por la mañana no lo vas a poder hacer.
Lo que tampoco hay es excursión como la entendemos en el CINA, es decir, siempre se come en Drénec. Pero todas las tardes haces una parada en la playa de otra isla y tomas unas galletas con chocolate que lleva tu monitor; así que podemos decir que todos los días estás de excursión. Ah! el horario de comida y cena es «el europeo», es decir, unas 2 horas antes que en España, se come a las 12h y se cena sobre las 18h.
El curso es configurable según el alumnado
Esto ha sido una de las cosas que más me gusta de Glénans, el monitor tiene una especie de A3 donde hay diferentes secciones que tiene que ir completando a modo de «informe de curso»; ahí hay una sección para reportar qué curso se le recomienda al alumno, una valoración de las instalaciones, un reporte de incidencias, etc.
Bueno, pues en ese A3 también hay toda una serie de posibles aspectos que se pueden realizar en el curso; el primer día se hace un briefing y entre todos se decide qué se va a hacer (poca o mucha teoría, más maniobras o más trimado?…); a mitad y final de curso hay más reuniones de todo el grupito para valorar cómo se va en esos aspectos. A mí, me pareció una buena dinámica y aunque en el CINA tenemos unas encuestas de conocimiento de las expectativas del alumno al principio, en el medio y al final; pues esto es digamos hacer lo mismo de una forma más «asamblearia» y de alguna manera montando el curso entre todos.
Certificado médico y fianza por el uso del material
En Francia, te piden un certificado médico para todo aquello que está relacionado con el deporte (si te apuntas a un gimnasio, si te apuntas a una carrera, si eres de un club de vela…) supongo que será algo legal. Glénans no es una excepción, el certificado médico es obligatorio e incluso lo puedes enviar por email antes de ir. Si no tienes certificado médico no te van a dejar navegar y no hay nada que puedas hacer para convencerles de lo contrario.
Otro trámite burocrático es que nada más llegar tienes que entregar un cheque (en Francia los cheques son bastante usados, no como en España) o rellenar los datos de tu tarjeta de crédito en un papel, de forma que si realizas algo imprudente con el material de Glénans, se cobrarán la fianza de 50€. A mí, nunca me la han cobrado pero he conocido gente que sí, así que no creáis que es algo improbable. Repito que debe ser algo que ellos consideren que ha sido imprudente o sin seguir las reglas u órdenes del monitor; si simplemente das un golpe en la orza o tienes un abordaje fortuito con otro barco no te van a quitar la fianza.
Glénans no controla el nivel de navegación
Esto no es exactamente algo del curso en Drénec pero considero que es bueno que lo sepáis. Glénans no pone ningún control en que curso puedes apuntarte. En el CINA no puedes apuntarte a perfeccionamiento sin tener aprobada maniobras básicas; y si ya sabes navegar, debes escribir a la Oficina un CV náutico y después de una evaluación pues se decide qué curso puedes hacer. En Glénans, simplemente tienes que ir a la web ver el curso que quieres y apuntarte (básicamente pagar). Aunque ellos pueden bajarte de nivel si consideran que no pillaste el apropiado.
La bordeé incluye cocinar y mucho más
Como podéis ver en la foto de la pizarra, cada día les toca ser bordeé a un curso distinto. La dinámica general de la bordeé es muy similar al CINA, básicamente un único día del curso debes levantarte y acabar de navegar antes que el resto para poder atender todas las tareas domésticas.
Aunque sí que hay una diferencia muy grande entre la bordeé cinera y la de Glénans. En Drénec, ser bordeé no significa sólo poner y quitar la mesa así como servir la comida y fregar. En Glénans, incluye cocinar y tareas de limpieza de las instalaciones.
Las bordeés en Glénans se parecen mucho más a las que había antiguamente en la isla de Arousa. No existe la figura de la cocinera que hace la comida para todos, ni del «marido de la cocina» que limpia los baños y las zonas comunes… así que esas tareas las hace la bordeé. Hay un «becario» que es algo así como «el/la amo/a de llaves» (ellos le llaman «chief de maison») que se encarga de decir a la bordeé qué tiene que hacer y te puede tocar desde limpiar los baños, hasta pelar patatas… además a la hora de fregar no hay lavavajillas y se hace a mano.Os puedo asegurar que después de una bordeé de Glénans no te quejarás nunca más de lo que significa ser bordeé actualmente en el CINA…
Otra cosa que puede que a priori te sorprenda es que los monitores también están en la pizarra de bordeés, están el primer día (donde sólo hay cena) y el último (donde sólo hay desayuno). El jefe de base y alguna persona más que se dedica a la seguridad no está incluida en las bordeés.
La seguridad y el área de navegación
Otra de las cosas que seguramente te sorprendan si vas a Glénans es como funciona la seguridad y la dinámica de navegación de cada curso. En el CINA, se navega en un área de navegación totalmente acotada y definida y con una zodiac que hace de seguridad; y que puede ir rápidamente allí donde se necesita. Este método es viable con un número relativamente reducido de embarcaciones por zodiac. En Glénans, tienes 100 personas en el agua (sólo con la isla de Drénec), es decir, más de 60 embarcaciones en el agua (las hay individuales: láser, tabla de windsurf…); y además de naturaleza muy distinta (tabla de surf vs 29er); así que obligatoriamente el método debe ser distinto. Lo mejor de todo es que es un método totalmente efectivo y mucho más «barato» en gasolina y personas; aunque también requiere una mayor organización, coordinación y profesionalidad de las personas que realizan las tareas de seguridad.
Los 9 cursos que antes he nombrado son muy independientes los unos de los otros, pero cada una de las embarcaciones del curso es totalmente dependiente del resto (podriamos decir que en el CINA estas relaciones son «a la inversa»). Antes de salir al agua, el monitor comenta qué recorrido entre las islas ha decidido realizar (no hay área de navegación como tal… sino más bien itinerario con todo el archipiélago como posible destino) y la dinámica general es que se sale a navegar en grupo (pero sólo los del mismo curso), así que la navegación se convierte en una línea de fila continua con algunos ejercicios cuando se llega a una zona despejada. Si alguien vuelca, los barcos se reagrupan entorno al volcado hasta que se puede continuar la marcha. El primer día de mi curso la monitora (en mi curso era una chica) dijo claramente que la seguridad la proporcionaba el grupo y que nos teníamos que esperar si alguien se descolgaba o volcaba.
En un principio, esta situación me parecía un poco locura… ¡¡100 personas en el agua y no hay una zodiac cerca!! ¡¡WTF!!; pero verdaderamente no es así. Aunque no veas las zodiacs hay un «tinglado de seguridad» bastante efectivo montado, que de alguna manera es «invisible» pero está ahí, sólo que en un principio no lo sabes. La seguridad con mayúsculas (por si tienes problemas más graves que un volcado) funciona de la siguiente manera: el monitor debe comunicar en una pizarra, en la zona del taller donde sólo acceden los monitores, cuál va a ser el itinerario, cuántas personas salen y a qué hora; cuando vuelve debe ir a poner que hemos vuelto. Así las personas dedicadas a la seguridad saben en todo momento cuántas personas de su isla están en el agua y por donde van. Estas personas dedicadas exclusivamente a la seguridad (y con salario o becas de Glénans, no son amateurs) se sitúan en zonas elevadas (normalmente el tejado adaptado de alguno de los edificios de la isla) y a vista de prismático van controlando cada uno de los grupos. Además se comunican entre ellos (los de las distintas islas) continuamente por radio. También disponen de un código de banderas para indicar al resto de la islas su situación. Así por ejemplo en la foto de cabecera del artículo se ve la bandera de Glénans y una bandera verde. La bandera de Glénans significa que hay gente en el agua y la verde que no hay problema alguno; cuando todo el mundo está en la isla la bandera de Glénans se arria y cuando sale la zodiac porque alguien lo necesita se cambia la bandera por una roja.
Hubo un día que mi compañero de 29er y yo volcamos muy cerca de un islote rocoso (concretamente el islote se llama Vieux Glenan) con la mala suerte de que abatíamos contra el islote, llegamos incluso a hacer pie en los primeras rocas. Estamos hablando de una situación no crítica pero sí complicada: oleaje contra el islote, barco a 90 grados pero con riesgo de pinchar el palo si se nos iba a los 180, si desvolcábamos allí no podíamos calar la orza (la orza de un 29er es enorme…), además al desvolcar pues iríamos contra las rocas con mayor abatimiento donde estábamos estamos mal pero «estables» y con el material a salvo, aunque no podíamos salir de allí (lo intentamos nadando y tirando del barco a 90º y obviamente fue imposible). Pues bien allí estábamos nosotros preguntándonos «¿y ahora qué?» y de repente aparecieron 2 zodiacs (no una, sino dos), nos lanzaron un cabo y nos sacaron de allí los 20-30 metros suficientes de respeto para poder desvolcar el barco y salir zumbando.
Después de este episodio me contaron cómo funcionaba todo el tema de la seguridad, así que pude comprobar en mis propias carnes la efectividad del método, pues aunque nosotros no lo sabíamos habíamos estado siendo controlados en todo momento y cuando vieron que la situación no era solucionable por nuestros propios medios salieron en nuestra ayuda. Si vas a Glénans y estás navegando sin ver a ninguna zodiac, no te preocupes, tú no las ves pero ellos a ti sí.
Las cervezas están calientes
Bueno… esto tampoco es una diferencia náutica o de gestión del curso, pero me ha parecido importante comentarlo porque sino alguno me puede decir a la vuelta «¡¡Pero en qué clase de infierno me metiste!!». En Drénec, no hay nada que no pertenezca a la escuela, es decir, no hay un chiringuito, no hay otras casas, no hay ninguna persona que este allí que no sea debido a los cursos… La escuela monta su propio bar, pero es un bar curioso porque no tiene nevera, así que las cervezas están a temperatura ambiente. Nuevamente, es una de esas cosas que una vez allí te dan igual, pero creo que es bueno comentarlo para que nadie me pueda acusar de «ocultar información privilegiada». XD
Los barcos de Drénec y el 29er
Y si las condiciones hoteleras son peores que en el CINA, si las cervezas están calientes (no como en el chiringuito), y si está lejos de pelotas… ¿por qué te fuiste allí?. Supongo que algo importante a valorar son los barcos… Allí hay hobby cats, laser vagos, 29ers, laser radial, tablas de surf… El material es un «material de escuela», hay un materialista y todos los barcos tienen reparaciones y remiendos; pero obviamente es un material más moderno que en el CINA. Esto también significa que son unos cursos tremendamente físicos, navegar 6 días en un 29er con viento razonable (entre 10 y 15 nudos) es algo que te puede poner bastante a prueba. De hecho, una cosa que debes saber es que Drénec es «territorio veinteañero»; de las 103 personas que estábamos en la isla el 80% tenía menos de 30 años, seríamos unos 15 treinteañeros y habría unas 5 personas con 40-y-pico años. Es algo que me sorprendió al principio, pensaba encontrarme más «contemporáneos» (yo tenía 37 años cuando fui) pero al final de la semana entendí que la razón era obviamente, que tanto por las condiciones de vida como por la relativa dureza física de la navegación en esos barcos, los cursos de Drénec era un «producto» que podía atraer más a veinteañeros.
Sobre el 29er, ¿qué os podría decir?, me encantó… una «bestia dócil» me parece una buena definición. Un barco sin montecarlo (la escota de mayor va directamente de la botavara a la mano), con foque autovirante y donde el proel lleva la mayor a la vez que sale al trapecio en ceñida. En portante le pasa la mayor al caña y se encarga de la escota del gennaker y luego empieza ese baile entre el aparante que es capaz de generar el gennaker y las planeadas donde tienes que apretar los dientes para que no te suenen como unas castañuelas en cada bote.
Cómo preparar una estancia en Glenans
Aquí quería hablar de aquello que supongo que muchos os estaréis preguntando: ¿y el francés?. Bueno, yo no recomiendo ir a Glénans sin saber «algo» de francés, obviamente mucha gente habla inglés y la gente normalmente es «maja» y si sabe que no hablas francés va intentar hacer lo posible por comunicarse contigo en otro idioma. De todas formas, por cuestiones de seguridad náutica y para no complicar la vida de tus compañeros de cursos deberías saber «algo» de francés. Pero no considero que este pequeño handicap te deba echar para atrás, con un curso intensivo de un mes o algo más calmado de 3 meses un español puede tener el nivel suficiente para entender bastante bien el francés y luego comunicarse. Podrás siempre hacerlo en inglés o en un tosco francés. Pero por seguridad, entender las órdenes de tu monitor o de otro miembro de seguridad de Glénans lo veo imprescindible. Sé de cineros que han hecho cursos embarcados en Glénans y han pedido tener un monitor que hable español, yo creo que esto es posible en cursos embarcados donde los cineros llenan el barco, pero en cursos en base náutica esto no lo veo factible, así que si quieres ir a Drénec estudia un poquito de francés.
Y sobre todo, mírate vocabulario náutico en francés para saber como se dice «timón», «proel»… pues eso te ayudará mucho a poder entender lo que se te está pidiendo, te dejo un manual de vela en francés que yo me estuve estudiando la primera vez que fui a Glénans. Otra cosa que puedes hacer es apuntarte a un nivel más bajo para que nunca puedas ser un problema, pero aún así debes disponer de una base de francés. El francés es un idioma fácil de entender, así que no desesperes… apúntate a unas clases y adelante. Además, que sepas que el acento español tiene un sex-appeal para los franceses o francesas, algo parecido a lo que pasa con el acento francés en español. ¡Ya no sé que más puedo decirte para convencerte!
Conclusiones
Sé que ha sido largo… a mi me ha costado bastante de escribir también… pero he intentado redactar el artículo que me gustaría haber leído y el que de alguna manera te ayude a decidir si esto es para ti o no. Recuerda que lo más importante es pasártelo bien y los lazos que la navegación es capaz de realizar. Porque no se conoce a una persona hasta que se navega con ella. Ir a un sitio donde vas a encontrar gente dispuesta a pasárselo bien y a compartir tu misma pasión siempre tiene el resultado de éxito.
Cualquier duda o aportación que me haya dejado, ahí tienes los comentarios, intentaré contestar a todos.
Que buen artículo, y muy divertido
Yo fui varios veranos de adolescente en los ’80. Estuve en Penfret. Experiencia inolvidable. Ahora he apuntado a mi hijo. El irá a Marsella, no sé si será lo mismo. ¿Lo conocéis?
Muy interesante y practico el articulo.
Gracias Alberto.
Fenomenal explicación, Alberto. Me da ganas de ir, pero paso de 50 años (ja,ja), echaría de menos a Eli y a Toño, la Estrella Galicia y al espíritu cinero. Creo que nos informas de cosas que son importables. Me das envidia sana. Un abrazote.
Buenas Moncho,
El espíritu cinero está también… pero poniendo morritos para hablar…
Ah!… No lo he dicho en el artículo, porque me parecía «anecdótico» pero verdaderamente había una persona de las 103 con mas de 50 años, y sus condiciones físicas eran peores que las tuyas (tu estás hecho un figurín…). Esta persona hacía cursos de catamaranes que son un poco menos exigentes…
Ahora… Estrella Galicia, tapas del chiringuito, la comida de Eli, las historietas de Toño en eso sí tendrías morriña gallega…
Abrazos
Nunca navegué, estoy leyendo el libro curso de navegación de Glenans y no sé cómo me encontré con este artículo. Muy interesante, muy buena redacción, gracias por compartir esa experiencia.
Si quieres ir a Glenans fijo que lo pasas en grande, y si vienes al CINA («el Glenans español») seguro que lo disfrutas también aunque somos más modestos en material; la diversión y aprendizaje es similar.
Un artículo fantástico, Alberto. Enhorabuena!!!